Hablar de lo que ya se perdió se convierte en una situación irrelevante cuando no se ha mencionado aquello que debemos, queremos y necesitamos para ganar, o en su defecto, para no seguir perdiendo. Sin embargo, hablar de pérdidas no hace referencia únicamente a aquello que ya no está, sino que la pérdida significa entonces, la no existencia de aquello que pudo estar y ya no estará. Por esta razón, es indispensable generar reflexiones alrededor de las pérdidas presentes y futuras que han sido consecuencia de la deforestación a lo largo del tiempo. Pero sobre todo, educarnos frente a las oportunidades que tenemos y que no podemos permitirnos dejar pasar. La coyuntura global que atravesamos nos pide a gritos reflexionar, tener una postura crítica y de esta forma alzar nuestra voz y exigir decisiones resolutivas, trascendentes y transformadoras que nos permitan recuperarnos de una forma más justa y resiliente.
Las consecuencias de la deforestación son reales y las vivimos en el presente, no son solo proyecciones, y estas consecuencias trascienden ese imaginario donde la deforestación significa únicamente la tala o la quema de árboles en lugares remotos. La deforestación es cambio climático, crisis económica, crisis social, fines que ya originan pérdidas en aquello que es y que teníamos potencial de ser.
Por eso, antes de entrar a la exposición, ofrezco un brindis por nuestro pasado, nuestro presente y por nuestro futuro. Brindemos por la pérdida, por la ganancia, por lo que fue, por lo que no podrá ser; brindemos POR LO QUE PUDO SER Y LO QUE SERÁ.
¡Salud! … ¿Salud?
Talking about what has already been lost becomes an irrelevant situation if we do not mention what we must, want, and need to win, or failing that, not to continue losing. However, talking about losses does not refer only to what is no longer there, but the non-existence of what could be and will no longer be. For this reason, it is essential to generate reflections on the present and future losses that have been a consequence of deforestation over time. But above all, educate ourselves around the opportunities we have presently and that we cannot afford to miss. The global conjuncture we are going through is crying out for us to reflect, to have a critical view, and in this way, to raise our voice and demand our governments decisive, transcendent, and transformative decisions that allow us to recover in a more just and resilient way.
The consequences of deforestation are real and we live them in the present. They are more than just projections and the consequences transcend that imaginary where deforestation only means cutting down or burning trees in remote places. Deforestation is climate change, economic crisis, and social crisis. It is an end that already brings losses in what we are and had the potential to be.
For this reason, before entering the exhibition, I offer a toast to our past, our present, and our future. Let's toast for the loss, for the gain, for what it was, and for what it cannot be. Let's toast FOR WHAT COULD BE AND WHAT WILL BE.
Cheers! ... cheers?